La trampa del Heffalump

Nunca fui un aficionado a Winnie Pooh, pero esta historia me gustó mucho:


Piglet y Pooh han caído en un agujero en el suelo del bosque. Están de acuerdo en que se trata realmente de la trampa de un Heffalump, lo que pone a Piglet nervioso. Se imagina que un Heffalump ha aterrizado cerca de ellos.

Heffalump (con placer maligno): – ¡Jo-jo!

Piglet (con despreocupación): – Tra-la-la, tra-la-la.

Heffalump (sorprendido y no muy seguro de sí mismo): – ¡Jo-jo!

Piglet (todavía con más despreocupación): – Tachín, tatachín. Tachín, tatachín, matachín.

Heffalump (comenzando a decir Jo-jo y convirtiéndolo torpemente en tos): – ¿Qué es todo esto?

Piglet (sorprendido): – ¡Hola! Es una trampa que he hecho y estoy esperando a que caiga en ella un Heffalump.

Heffalump (muy decepcionado): – ¡Oh! (tras un largo silencio) ¿Estás seguro?

Piglet: – Sí

Heffalump: – ¡Oh! (nervioso): Pensaba que era una trampa que yo había hecho para atrapar Piglets.

Piglet (sorprendido): – ¡Oh, no!

Heffalump: ¡Oh! (disculpándose). Entonces es que me he equivocado.

Piglet: – Me temo que sí (educadamente). Lo siento (prosigue tarareando).

Heffalump: – Bueno, bueno, yo…, bueno. Supongo que será mejor que me vaya.

Piglet (mirando hacia arriba con despreocupación): – ¿Sí? Entonces, si ves a Christopher Robin por ahí, podrías decirle que quiero que venga.

Heffalump: (deseoso de agradar): – ¡Claro, claro! (y desaparece deprisa).

Pooh (que no debería estar ahí, pero que descubrimos que no podemos pasar sin él): – ¡Oh, Piglet, qué valiente y listo eres!

Piglet (modesto): – Nada de eso, Pooh (y entonces cuando Christopher Robin llega, Pooh puede contárselo todo).

Extraído de “The house at Pooh corner” A. A. Milne, 1928

 

La moraleja de esta historia (muy graciosa y tierna al mismo tiempo) es que siempre que te encuentres a la defensiva y en dificultades, el mayor peligro es el impulso de reaccionar de forma excesiva. A menudo exagerarás la fuerza de tu enemigo al verte tan débil como lo estás en realidad en realidad. Un principio clave para un contraataque es no considerar jamás que una situación sea desesperada. Por muy fuertes que parezcan tus enemigos, tienen puntos vulnerables que puedes aprovechar (y usar para desplegar un contraataque). Tus propias debilidades pueden convertirse en fortalezas si sabes utilizarlas; con un poco de sabia manipulación, siempre puedes cambiar las cosas. Así es como debes contemplar cualquier problema o dificultad aparente. 🙂

Acerca de L. Ricardo

Hombre feliz, interesante, divertido... por supuesto inteligente... ambicioso, soñador, melómano, amante de los animales y fanático de la auto-superación, en mi tiempo libre soy un entusiasta interconectado y blogger domingero
Esta entrada fue publicada en Entretenimiento. Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a La trampa del Heffalump

  1. Ricardo Xavier dijo:

    Por qué es que esta corta historia es tan genial?Buenazo!!!… jeje, la moraleja es aún más certera…. creo que en serio me he sorprendido de aprender algo tan cierto y verdadero…. y lo más chévere es que lo hice a través de un par de seres mágicos que incluso, en este momento, solo los veo en mi imaginación.Buena, buena… oootra!…. oootra!!

Deja un comentario